Lagrimas y vacuidad.
Hay algo que es muy importante, tu alma.
Conocer tu alma te permite conocerte.
Pero tu alma es efimera y su conocimiento es semejante.
El verdadero arte alcanza la eternidad.
La eternidad es el espacio infinito entre dos tiempos.
Ser infinito en lo efimero es espiritu.
La espiritualidad es trascender como medida de tu interpretacion a tu alma y su conocimiento.
Pero para llegar a eso es necesario primero, trascender en meditacion tu propia alma.
Te recomiendo la meditacion sentada.
Y, empieza por parar el tiempo.
El tiempo no es el tiempo, son sus circunstancias.
Para ello sal a la calle.
Arreglate como si fueras a interpretar.
Es necesario una pequeña ceremonia de ornamentacion que te lleve a ese estado de divinidad.
Sal a la calle en silencio.
Hieratica.
Majestuosa.
Con espiritu elevado pero de alma palida.
Camina lento como si el universo te hubiera elegido como centro.
Camina lento, cada paso mas lento, que sientas tu cuerpo.
Siente la calle, la gente, las personas, y, si caminas muy lento, según escuchas tus pasos, tu mente percibira sus pensamientos.
Cuando vuelvas a casa sigue en silencio.
Metete en tu habitacion en tu rinco.
Crea una pequeña capilla con algun recuerdo de algo que para ti sea sagrado, no importa el que, solo su significado.
Ahora desnudate los pies.
Sientate con las piernas entrecruzadas y las manos enlazadas en tu regazo.
Ahora siente la quietud.
Solo quietud.
Quietud y, deja que la paloma de tu mente vuele libre.
Donde vuela tu paloma lleva a tu espiritu.
Si, cuando caminaste, has trascendido tu movimiento dejando tu mente como un espejo querefleja los pensamientos de aquellos que caminan a tu alrededor, ahora tu espiritu enfocalo en el libreto de tu interpretacion.
No hagas nada, solo abrazalo a tu pecho.
Deja que traspase tu cuerpo.
Crea comunion.
Ahora eres el silencio y el silencio es tu voz.
...no le busques sentido, no lo tiene.
maestro zen.
sábado, 26 de abril de 2008
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